sábado, 24 de octubre de 2015

Dónde viven los monstruos

¿Es un texto apropiado para mis alumnos?
¿Quién no encuentra todavía refugio en este libro, a pesar de que ya hacen 50 años de su creación? Aunque ya no inventes lugares para guarecerte del frío, aunque ya no juegues, aunque tu mirada haya envejecido. ¿Quién no se deja llevar a menudo, a ese lugar dónde viven los monstruos?

Supe del libro a través de la película. En aquella época, ya oí que este cuento había abierto nuevas rutas en la recreación de la psicología infantil por que se había atrevido a hablar de la violencia del niño. Pero en aquel momento ni lo busqué, ni cayó en mis manos. Seis años después, entre los libros de Alice (hija de mi actual pareja), por fin encontré aquel cuento de aquella inusual película. Onde vivem os monstros fue devorado entonces con la avidez del sorprendido; con el placer del que encuentra en cada página un mundo entrelíneas, un inmenso paisaje de subtexto. Pero ahí quedó, dónde quedan las cosas que un día te tocaron pero nunca más volvieron, salvo en pequeñas evocaciones o reflexiones… Hasta que pocos días después, una profesora me propuso el análisis de un texto literario infantil. ¡Fantástica oportunidad para reencontrarnos! Where the wild things are, iba a ser ahora mi residencia, mi laboratorio, mi refugio. Pero… ¿sería un buen lugar para ser habitado en la infancia? ¿y para qué edad?

Esta gran obra será bien recibida por niños de 6 y 7 años. Pero será disfrutada durante toda la vida, porque como obra de arte que es, sus significados se amplían según nosotros vamos creciendo.

Muchos padres creyeron que este libro-álbum era demasiado impactante para sus hijos y el autor (Maurice Sendak) recibió numerosas críticas por ello. A éstas, él respondía: 
Los niños, me consta, desgastan los ejemplares en las bibliotecas y los releen constantemente en sus casas. Algunos me han enviado dibujos de sus propios monstruos, que hacen de los míos ositos de peluche. Todavía no he tenido noticia de ningún niño al que le haya asustado el libro."

Y luego agrega en relación con los adultos que cuestionaban su obra: 
"Son personas que tienden a sentimentalizar la infancia, a ser sobreprotectores y a pensar que los libros para niños han de amoldar y conformar la mente a los modelos aceptados de comportamiento, logrando niños sanos, virtuosos, sabios y felices."  


Sobre el autor, Maurice Sendak. 
Fue uno de los principales creadores de literatura infantil del siglo XX. Escritor e ilustrador, controvertido y original, sus personalísimas propuestas le dotaron de numerosos premios y menciones. También hizo incursiones en teatro y televisión.
Sendak habla así de profesión y su arte: 
El libro ilustrado es mi campo de batalla. Es donde yo me expreso. Es donde yo consolido mis poderes y los uno en lo que, espero, es una forma legítima y viable, significativa para otros y no solo para mí. (…) Yo vivo dentro del libro ilustrado: es ahí donde libro mis batallas y donde espero ganar mis guerras.”


Ficha bibliográfica

Título: Onde vivem os monstros.
Título original: Where the wild things are.
Autor e Ilustrador: Maurice Sendak.
Editorial: Kalandraka.
Fecha 1ª Edición: 1963.

Análisis de Formato.

Lo primero, decir que tenemos entre las manos un libro-álbum, de encuadernación rígida, que resulta manejable para esta edad. No llega a ser un A4, tendiendo más hacia la página cuadrada. 

En cuanto a la portada, yo diría que es atrayente, pero no por el uso del color que es contenido y poco saturado, o por la composición de la imagen que es bastante clásica, sino por el tema: figura de un monstruo dormido y un barco llegando a la ribera. Creo que la portada puede invitar a soñar con grandes historias de viajes a lo desconocido. Elemento maravilloso, muy atrayente para estas edades.

Fue interesante descubrir como el autor usa la relación de las ilustraciones con el texto y el propio formato de la página para hacer entrar al lector en el imaginario del libro. Primero las ilustraciones son pequeñas y el texto está en la página izquierda, y poco a poco las imágenes van creciendo hasta ocupar las dos páginas y dejar fuera el texto. 
Por otro lado, podemos observar que el texto y la ilustración nunca están integrados, por ello se ve que es un libro-álbum antiguo. La tendencia actual es incorporar el texto dentro de la composición de la imagen.

Las ilustraciones están muy trabajadas. El autor se recrea más en el dibujo que en el color y de esta forma consigue crear texturas y volúmenes a través de sus líneas. Las caras de Max son muy expresivas. No hay ni una igual a otra, en cada momento Max está viviendo algo nuevo. 
El uso de color es bastante sobrio, es decir, el color es poco saturado y siempre se mueve dentro de los mismos acordes cromáticos. Creo que es un acierto el uso de colores cálidos para acoger al lector, ya que en ciertas situaciones Max nos hace sentir un poco incómodos, y así Sendak lo compensa.

Como las ilustraciones pueden servir a los lectores para verificar su comprensión de la lectura, ya que recrean lo que pone en el texto, podría decir que son apropiadas para la edad escogida: 6 o 7 años.

Sobre la tipografía elegida, diré que es claro y que el espacio entre cada letra es amplio y con ello idóneo para esta edad. También resaltar que es un libro que nos permite leerlo de una sentada.

Análisis del Contenido.

Tema Principal
  • La fantasía puede ser un laboratorio dónde resolver problemas reales.
Este tema es el núcleo central del subestadio del pensamiento intuitivo, dentro de la etapa preoperacional, según la teoría de Piaget. Es decir, este periodo es caracterizado porque el niño interioriza las percepciones de los sentidos como algo verdadero. Así la madre de Max lo llama monstruo y el tiene que vivir todo un proceso interior sobre su identificación con los monstruos.

Tampoco quiero dejar escapar la oportunidad de hacer patente la dificultad que he tenido, y aún tengo, en sintetizar un tema principal. Creo que como obra literaria que es, Dónde viven los monstruos recrea varios principios universales y no explicita un mensaje unilateral, de ahí mi dificultad y mi consuelo.

Temas Secundarios
  • Si me enfrento a mis monstruos, al final puedo ser su rey y así conseguir el autocontrol necesario.
  • Por muy salvaje que sea mi imaginación, siempre puedo volver al cálido hogar ordenado.
  • No hay prisión ni castigo para la imaginación. Allí todo es posibilidad y experiencia.

Con todo, podemos decir que Dónde viven los monstruos realza el concepto de individuo frente al orden establecido. Y que también hace un recorrido por los temores personales de Max, con lo que, se trabajan algunos de los intereses de esta franja de edad.

La estructura también responde a la edad escogida pues la acción transcurre sin elipsis ni saltos temporales (hay una dilatación en el tiempo pero es explicada de forma clara y usada para marcar el paso de una realidad a otra). La narración va de pasaje en pasaje sin interrupciones, como un cuento o una fábula. Literatura recomendada para estas edades.

Para entender a nuestro protagonista lo mejor es verle en acción. Quiero tratar de describir lo que podrían ir recogiendo de Max nuestros pequeños lectores.
En primer lugar, Max es un niño ingenioso y divertido. Sabe hacer cabañas con sábanas, disfrazarse de lobo y dibujar lindos monstruos. Además, qué niño con perro no ha corrido tras él por la casa usando un arma inventada, ya sea una percha o un tenedor. De niño, a estas alturas del relato ya querría ser amigo de Max, aunque tenga cara de enfadado. 
Después llega la madre “cortarrollos” y lo insulta. ¡Lo llama Monstruo! Pero Max es tan querido que, esquivando el dardo de la madre, la quiere incluir en su juego: “¡Te voy a comer! “ Pero no, no funciona. Y es castigado “a la cama sin cenar”. 
¿Quién no es capaz de entender la injusticia que está sufriendo Max? Cualquier niño sabe por lo que está pasando Max (identificación). Pero en la siguiente página Max vuelve a revelarse como el héroe que es, pues no hay prisión que pueda encerrar su imaginación. Y con todo su poder, Max va a convertir su cuarto en un bosque que atravesará para encontrar el océano, dónde navegará durante días y noches en un barco hecho sólo para él.
Hasta llegar al lugar dónde viven los monstruos. Un pasaje que debe dar algo de miedo al niño. Pues el autor se recrea en detallar las garras y dientes de sus quiméricos monstruos. Es más, los mismos monstruos pretenden espantar a Max con todo lo terribles que son capaces de mostrarse. Pero a Max no. Max tiene un truco mágico y los manda callar a todos. ¡Ellos le temen a él!. Max es el rey de los monstruos.
Así hacen una fiesta, celebrando la llegada del nuevo rey. Y nuestros pequeños lectores pueden comprobar que aquellos que daban un poco de miedo resultaron ser simpáticos y divertidos. Todos juntos aúllan a la luna, trepan por los árboles y enaltecen a Max. El autor dedica tres grandes cuadros a la fiesta. Es un gran climax emocional.
Aunque, tras la euforia, todos descansan menos Max. Parece nostálgico, se siente sólo y “desea estar dónde alguien sólo tenga ojos para él”. Entonces un olor “a cosas buenas” le hace querer dejar de ser el rey de los monstruos. Ellos no se lo toman bien, incluso le quieren comer, pero no tienen ya poder sobre él. Así que se va con su barco cruzando el océano, y tras un año recorrido en un instante, volvió a la noche de su cuarto dónde le espera su cena que todavía está caliente.
De esta forma, creo que a nuestros impresionados lectores, después de tantas catárticas aunque excitantes aventuras, les queda la vivencia de que al final siempre se regresa al hogar. 
Vivir esto es un regalo, un recurso psicológico para cuando lleguen los días extraños e incómodos. Que llegarán, sobretodo a partir de la pre-pubertad, con la llamada crisis del Rubicon. Con lo cual, este gran libro se presenta como preventivo para los conflictos propios de edades posteriores (a partir de los nueve).

Los otros personajes son: la madre, quién parece encarnar el arquetipo del guardián del orden, y al mismo tiempo, la proveedora del sustento. Y en el otro extremo están los monstruos quienes parecen ser temibles pero que al final pueden ser domesticados. Ellos parecen representar la batalla interior que Max tiene que afrontar. Un choque de fuerzas salvajes en la psique infantil. Lo no aceptado, lo no ordenado, lo no resuelto dentro Max.
Sin duda este rol de la madre es bien conocido por el niño de esta edad. También es apropiado ayudar a afrontar los temores que aparecen en esta edad, y estos son representados por los monstruos. Al mismo tiempo Max ejemplifica el desarrollo de la identidad individual y muestra cómo la vida imaginativa ayuda a entender lo real. Ambas cuestiones son temas centrales en el subestadio del pensamiento intuitivo.

Con este paisaje podemos ver como nuestro representante (Max) está entre dos valores o fuerzas que lo impelen reconciliarse con la realidad civilizada y sus fuerzas indómitas (“cuando se viste el disfraz de lobo”). Pero Max tiene el poder de dominar sus propios monstruos.
Por un lado, está el saber-estar frente a la violencia y la desmedida. El lobo o el perro. Por otro lado tenemos el afán de viajar y el poder de la vuelta a casa. O incluso la obediencia colectiva frente a la soledad del que reina. 
A este respecto no tengo muy claro hasta que punto nuestros alumnos podrían razonar con sus propios medios sobre estos valores. Pero estoy convencido de que tendrían mucho que decir sobre cada personaje y me encantaría escuchar sus razonamientos.

El lenguaje que emplea Sendak es inspirador porque a pesar de usar algunas construcciones gramaticales difíciles (subordinadas) y frases muy largas para esta edad, consigue ser claro y directo. Para ello hace uso de la maquetación. Con ella va dividiendo la oración por núcleos de significado que son recreados con las ilustraciones. Usa diálogos sencillos y rotundos. Construye repeticiones para recalcar una idea y conferir ritmo al texto. Además, todo el vocabulario empleado resultará conocido para nuestros alumnos de 6 y 7 años. 

Si no ha quedado claro y no es suficiente, que entre manos tenemos una Obra Artística con mayúsculas, más que apropiada para la edad escogida, como conclusión sólo me queda decir, que para mí, profundizar en este libro ha sido una vivencia rica e inspiradora. Esa clase de experiencias que te animan a crear, a compartir y a profundizar en los misterios del hombre. Pero además, Sendak, es capaz de acercar estos misterios a la experiencia infantil. Un placer de lectura para todos. Alta literatura infantil.

Bibliografía y Webgrafía